Los exportadores peruanos solicitaron la devolución del saldo a favor del exportador como un mecanismo clave para recuperar montos de impuestos indirectos acumulados. Este beneficio permitió a las empresas acceder a un reintegro de crédito fiscal generado por compras de bienes y servicios, fortaleciendo su flujo financiero.
El proceso exigió la presentación de documentación específica ante la SUNAT, incluyendo declaraciones juradas y registros contables que demostraban la acumulación del saldo a favor. Aquellas empresas con una administración ordenada lograron tramitar la devolución de manera eficiente, evitando observaciones o demoras.
Algunas compañías encontraron dificultades debido a errores en la documentación o desconocimiento de requisitos específicos, lo que llevó a retrasos en la aprobación de la devolución. Sin embargo, aquellas que comprendieron la normativa tributaria aprovecharon esta herramienta para mejorar su competitividad y reinvertir los recursos recuperados en sus operaciones.
